Hay que tratar al cuero cabelludo como parte de nuestra piel. Es una extensión de nuestra piel y necesita cuidados especiales también. Existen muchos hábitos diarios que podés incorporar, fáciles de seguir. Aquí te contamos. ¡Vamos que se puede!
Exfoliar e hidratar
Una vez que tengamos un shampoo que vaya bien con nuestro cabello, hay que incorporar la misma rutina que usamos para el rostro: exfoliar mínimo una vez al mes, hidratar, tonificar, acondicionar, estimular y calmar. El masaje capilar es una buena idea también.
Cepillar el cabello
Ayuda a eliminar la suciedad y los excesos de grasa. Limpia el pelo, eliminando impurezas. Aporta más brillo también. Podés hacerlo dos veces por día, al despertarte y antes de dormir.
Lavar el cabello
Hay diferentes opiniones acerca de la periodicidad ideal para el lavado. Algunas voces dicen que si se lava muy seguido se torna el pelo más graso y repercute en la caída, otros dicen que lavarlo todos los días está bien. Aquí elegís vos.
Al lavarlo te aconsejamos hacerlo con agua tibia. Lavarlo con agua muy caliente debilita las raíces, hace perder el brillo, provoca la pérdida de nutrientes y tiene muchos otros efectos negativos. Cuando te lo seques evitá frotarlo con una toalla, es mejor presionarlo.
Alimentarse bien
¡Esto es la base de todo! Llevar una dieta saludable es muy importante. Un buen equilibrio de vitaminas B, D, E y H, son imprescindibles para que tu pelo crezca sano y fuerte.
Nuestra piel y nuestro cabello, son consecuencia directa de lo que comemos. La piel se reconstruye y el cabello nace más o menos sano dependiendo de los alimentos que ingerimos.
A veces nuestro cabello está opaco y no luce vital. Esto suele deberse a que la alimentación no es la adecuada. Empezá cambiando tu alimentación por una más sana.
Todos queremos tener un cabello brilloso, sedoso, fuerte. ¡Queremos una melena increíble!
Y te tenemos una buena noticia: ¡Sí se puede!
